Análisis del capítulo 1×08 de House of the Dragon.

Una semana más, después del visionado del octavo capítulo de House of the Dragon, que podéis valorar aquí, llega el momento de reflexionar sobre lo que hemos visto. El escriba de hoy es un veterano de la Compañía que nos ha acompañado siempre, el leal @zagel. Cuando se extravió el cuervo con el análisis del sexto episodio, acudió prestó a la llamada de la Compañía y, a pesar del poco tiempo que tuvo, cumplió sobradamente con la tarea encomendada. Si bien es la segunda vez que participa en esta aventura de los Escribas Leales, muchos lo conoceréis por sus numerosas aportaciones, ya sea en forma de ensayo, mirando a las llamas en Consultas en los Fuegos o simplemente comentando en la la caja de comentarios. Hoy, sin embargo, nos deleita con esta reseña sobre El Señor de las Mareas.


House of the Dragon

1×08: El Señor de las Mareas 

— Zagel —


La Casa del Dragón

Y llegamos al episodio que marca el final de una época. El final del reinado de Viserys Targaryen, Primero de su nombre, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor y Protector de los Siete Reinos. Pero antes de llegar a su final, las cosas llegan al punto de máxima tensión; tensión que solo puede liberarse en un estallido de proporciones épicas… Que veremos sin duda en el próximo episodio y cuyas consecuencias marcarán todo lo que queda de serie.

Pero empecemos por el principio.

Intro

La intro me sirve para acomodarme en el sillón y predisponerme para ver el episodio. No le presto atención, ya he comentado más de una vez que la veo muy confusa y mareante. La música ya nos la sabemos de memoria desde hace años y los gráficos son para mí enigmas inescrutables. Menos mal que tenemos a los leales, que en sus comentarios y en los Westeros Eggs nos explicarán los sutiles cambios de la misma, que seguro que los habrá, pero yo soy incapaz de apreciarlos.

Marcaderiva

La reina que nunca fue y su heredera.

Empieza el episodio con Rhaenys, la reina que nunca fue, pero qué gran reina podría haber sido, sentada en el Trono de Pecios de Marcaderiva, recibiendo noticas de las graves heridas de su esposo y recibiendo a su cuñado y sus reclamaciones. Que no son otras que ocupar el puesto de Corlys, ausente desde hace 6 años de Marcaderiva por sus asuntos con los piratas de los Peldaños de Piedra (lo que nos da el marco temporal del episodio, seis años desde el anterior, al menos). Las últimas noticias que se tienen de Corlys es que está gravemente herido y que podría morir pronto. Me parece de muy mal gusto disputar el puesto de alguien que aún está vivo. Vaemond debería haber esperado al menos a tener la confirmación de la muerte de su hermano.

Esta disputa es un reflejo de otra mayor, la disputa por el Trono de Hierro. Vaemond se siente respaldado por los que actualmente se sientan en el Trono de Hierro, que no es el rey Viserys, sino su esposa Alicent (lo cual es muy raro). Rhaenys quiere Marcaderiva para ella y para las hijas de Laena en caso de la muerte de Corlys.

A destacar la presencia de su nieta y heredera a su lado. Que vaya aprendiendo el arte del buen gobierno. No como otros hijos que se dedican a perseguir cridas y a emborracharse en lugar de servir como coperos en el Consejo privado para aprender el arte del buen (o mal) gobierno.

Rocadragón

Ya sabemos de dónde le viene a Viserys la afición a las maquetas, a Aegon el Conquistador ya le gustaba hacer mesas con forma de mapa.

Daemon está buscando huevos de dragón, puestos en una nidada de tres por Syrax, la dragona de Rhaenyra. Sin duda para seleccionar uno para el futuro hijo que espera con Rhaenyra, que está en estado de buena esperanza.

Los hijos de Rhaenyra están estudiando Alto Valyro con el maestre. Me ha gustado ver la mesa pintada de Aegon el Conquistador… Aunque haya quedado relegada a pupitre en lugar de a mapa de estrategia.

Rhaenyra recibe un cuervo de Rhaenys, donde le expone la situación ante las reclamaciones de Vaemond, ya que la decisión que se vaya a tomar en Desembarco del Rey le afecta muy directamente. A su hijo Lucerys, como sucesor designado por Corlys, y a ella misma, ya que las pretensiones de Vaemond ponen en entredicho la legitimidad de sus hijos y la suya como heredera al trono.

La decisión de Rhaenyra es clara, marchar a Desembarco del Rey para defender su postura.

Desembarco del Rey

A estos dos solo les falta llevar cocos para hacer el ruido de los caballos.

La comitiva de la princesa heredera viaja a Desembarco del Rey en barco, no llevan a ningún dragón con ellos. Van en son de paz. La llegada de Rhaenyra a la que fue su casa durante muchos años, y debería volver a ser muy pronto, es muy fría. Me ha hecho mucha gracia que los escoltas que cierran la comitiva fueran corriendo tras los carros en lugar de ir a caballo, primera señal de desprecio hacia Rhaenyra. No será la última. Qué diferencia con la llegada de Rhaenyra, la delicia del reino, a lomos de Syrax en el primer episodio.

A destacar el plano de ella bajando del carruaje y lo solitaria que se ve sola frente a la Fortaleza Roja, ahora territorio «enemigo», como entrando en la guarida de una bestia.

Sola ante el peligro.

Son recibidos por uno de los pocos leales que le deben quedar en Desembarco del Rey. Recordando a cuando Viserys fue a Marcaderiva para concertar el matrimonio de Rhaenyra y Laenor, ¿dónde están todos aquellos que juraron defenderla como heredera al final del primer episodio? Las palabras son viento. Pero hay vientos que desatan tempestades.

Y del exterior de la Fortaleza Roja pasamos al interior, con un plano detalle de la estrella de siete puntas, símbolo de la Fe de los Siete, que ha sustituido a la simbología Targaryen de dragones. Es la misma simbología que había en tiempos del rey Robert «el usurpador» cuando derrocó al Rey Loco. La reina Alicent está presidiendo el Consejo Privado, con importantísimas cuestiones de Estado como los donativos para un busto de bronce de la Madre, como para recibir a su hijastra que, total, solo es la heredera al trono. Ha recibido la recepción que «se merece» tal y como ha ordenado la Mano del Rey, Otto Hightower. Detalle del vestido verde de Alicent es que lleva bien visible la estrella de siete puntas, como la nueva decoración de las salas de la Fortaleza Roja.

El Consejo Privado pasa a discutir el gran tema del día: la sucesión de Corlys Velaryon (al que todo el mundo parece dar por más muerto que vivo). Y es que hablar del tema de la sucesión de Corlys no es sino hablar de la sucesión al Trono de Hierro de forma indirecta. Todo este episodio va de eso. De los miembros del consejo quiero destacar al Lannister, al que el paso del tiempo en lugar de aclararle el cabello con canas se lo ha oscurecido. Esto es congruente con la serie madre en la que los Lannister cada vez eran menos rubios con el paso del tiempo. Cosas raras de la genética ponienti.

La Princesa y la Reina

Siguiente punto del día: Necesito un laxante, que llevo dos semanas sin visitar el excusado.

La reina abandona el Consejo Privado para atender a sus invitados… Cuando un Guardia Real, Ser Erryk, al que ella confunde con su gemelo Ser Arryk, le dice que hay un asunto urgente que tratar. Raro que no sea Ser Crispín quien se lo diga. Pero esta escena sirve además para presentarnos a Ser Erryk y saber que tiene un gemelo llamado Ser Arryk.

Mientras, la princesa Rhaenyra junto a Daemon visita a su padre, a su rey, que está postrado en la cama hecho una piltrafa humana. Le presenta a sus nuevos y rubísimos nietos, Aegon y Viserys, «un nombre digno para un rey» (presagio para el futuro Viserys II, uno de los mejores reyes de la historia de Poniente). Viserys parece contento por una vez en mucho tiempo, pero sufre dolores y reclama su té…

El asunto urgente por el que fue reclamada la reina Alicent tiene que ver con los deslices de su hijo Aegon y su gusto por las criadas. La criada está aterrorizada (o es muy buena actriz… ya volveremos a ella) por la posible reacción de la reina. Aunque ésta se muestra misericordiosa como la madre y «perdona» a la criada, le da una bolsa de monedas, un té de la luna y el consejo de que se olvide de todo si no quiere perder algo más que el empleo como criada en la Fortaleza Roja. La chica no es tonta y lo pilla a la primera.

Alicent tiene una conversación con el depravado de su hijo y lo primero que vemos de este nuevo actor que lo interpreta es lo mismo que vimos del anterior: su culo. Lo cual lo define totalmente: es un tonto del culo. En plena bronca entre madre e hijo aparece la hija/nuera de Alicent, que es la hermana/esposa de Aegon preguntando por la criada a la que acaban de despedir y mencionando a «los niños», es decir, que Alicent ya es abuela. El abrazo de Alicent a Helaena tras mencionar a los niños es otro terrible presagio para los que conocemos la historia.

¿Qué personaje puede ser este?

Encuentro entre Rhaenyra y Daemon con Alicent, con plano detalle a la cicatriz del brazo de Rhaenyra para recordarnos en las buenas circunstancias que se separaron la última vez. Reproches sobre la situación del rey, la recepción recibida y la nueva decoración de palacio. La tensión sube otro gradito en la escala.

Pasamos a Jace y Luke, que van al patio de armas a recordar viejos tiempos. Allí todos los miran como bichos raros. Y vemos por primera vez a Aemond entrenando con Ser Criston. Así sin casco ni nada. Y ser Criston con la bola esa de pinchos (su arma favorita) arremetiendo con todo contra Aemond, que le puede reventar la cabeza al menor descuido. Menudo entrenamiento más arriesgado… Claro que Aemond vence ¿O Ser Criston se deja vencer?

Vemos cómo ha pasado el tiempo para Aemond y lo mucho que se ha desarrollado en comparación con sus sobrinos que, si bien han crecido, aún parecen los adolescentes que son. Se ve que el montar a Vhagar ha acelerado el desarrollo de Aemond. Además, ve más con un solo ojo que muchos otros con los dos. Enseguida se da cuenta de la presencia de sus sobrinos.

Este encuentro familiar lo interrumpe la llegada de Vaemond Velaryon, que llega acompañado de mayor parafernalia de la que acompañó a Rhaenyra.

Empieza el juego por el Trono de Pecios de Marcaderiva

Vaemond va a buscar apoyo de la reina y la Mano. Rhaenyra va a buscar apoyo de Rhaenys, que está junto al arciano de Desembarco del Rey. Rhaenys culpa a Rhaenyra de la «muerte» de Laenor. Rhaenyra niega haber dado esa orden (y dice la verdad), parece que no se van a poner de acuerdo y Rhaenrya hace la oferta mas lógica y sensata: casar a sus hijos con las hijas de Laena. Así una será reina consorte y la otra señora consorte de Marcaderiva y la sangre Velaryon permanecerá sí o sí en Marcaderiva. Rhaenys es una de las grandes jugadoras de este juego y ve las jugadas con tres movimientos de anticipación. Los Hightower darán el primer golpe, ponerse del lado de Rhaenyra es peligroso para su propia seguridad… O eso cree en este momento.

Rhaenyra ha captado el mensaje de Rhaenys y va en busca de una autoridad superior, que es el Padre, no una de las personificaciones del dios de los ándalos, sino su padre, el rey. Y aquí tenemos una de las escenazas del episodio. Con Rhaenyra recordando a su padre la pesada carga que puso sobre sus hombros, el sueño de Aegon el Conquistador de la Canción de Hielo y Fuego; y que para poder cargarla necesita de su ayuda. Viserys llama a Rhaenyra «su única hija» y esto es fundamental para entender a Viserys. Para él su única hija es la hija de Aemma. ¿Considera al resto de sus hijos como bastardos? Como si Alicent no fuera su legítima esposa, sino como un compromiso formal para mantener la paz del reino, pero no una autentica esposa.

Pasamos a Viserys siendo curado y tomando decisiones por primera vez quizá en muchos años… Para sorpresa de Otto (no será la última sorpresa que Viserys le dé a su Mano). Quiere cenar con su familia. Con toda su familia.

Juego, set y partido a favor de…

Ser Otto presidiendo sentado en el Trono de Hierro. Ser Vaemond exponiendo sus argumentos, hablando sobre lo importante que es la sangre Velaryon, dando a entender que los hijos de Rhaenyra no tienen sangre Velaryon, es decir, que son bastardos. Vaemond siente que está jugando en casa y que los árbitros están a su favor. No puede perder este Juego.

Y cuando todo parece ganado… Aparece el rey Viserys para sorpresa de todos. Su entrada es patética y majestuosa a un tiempo. Esta entrada es de lo mejor del episodio. Viserys siendo más rey cuando es un despojo humano que está en las últimas, que en lo que ha sido en toda la serie. Un Viserys que no acepta la ayuda de nadie… Salvo la de su hermano Daemon.

Viserys actuando como un rey dragón por primera vez desde… El principio de la serie.

Las tornas han cambiado. La primera que se da cuenta es Rhaenys, la más inteligente de la sala, que enseguida se posiciona a favor de Rhaenyra y hace oficial el acuerdo que había propuesto Rhaenyra bajo el arciano: casar a las hijas de Laena con los hijos de Rhaenyra.

Vaemond demuestra que no es un buen marino Velaryon, que no ha visto que los vientos han cambiado y que lo que hay que hacer ahora es capear el temporal. Insiste en sus reclamo y al hacerlo comete alta traición. No perderá la lengua por ello… Pero sí el resto de cabeza, con Daemon demostrando lo peligroso que es.

«Son unos bastardos. Y ella… Una zorra» – Famous last words.

Cena de acción de gracias versión ponienti

Tras un breve interludio con Rhaenys mirando de cara al Desconocido (¿otro presagio para el final de temporada?), pasamos a la cena familiar de los Targaryen. Viserys muestra su rostro destruido y exhorta a la familia a que hagan las paces, que se mantengan unidos. Rhaenyra capta el mensaje y ofrece un brindis por la reina Alicent, una disculpa ¿sincera? y una oferta de paz. La reina Alicent no tiene más remedio que responder con un brindis similar y hace lo impensable al reconocer a Rhaenyra como una futura gran reina. A Otto debe habérsele atragantado el vino.

Pero a esta altura del partido ya es inútil. Los hijos de Alicent, Aegon sobre todo, viendo que han perdido parte de la ventaja de la que parecían gozar, se dedica a lanzar provocaciones a los hijos de Rhaenyra. Es en esta cena cuando tenemos la frase chunga de Helaena (que ya me pensaba yo que no la tendríamos) y esta vez no le ha hecho falta mirar a ningún bicho… Bueno sí, ha mirado a su hermano/esposo Aegon. “Cuidado con la bestia bajo las tablas”. Leales, toca calentarse la cabeza para descifrar la enigmática frase del día de Helaena.

Jacaerys baila con Helaena, «qué buena pareja podrían haber hecho» parece pensar Viserys, a la vez que al verlos juntos parece darse cuenta de lo diferentes que son. Parece ver lo inevitable. Viserys, ostensiblemente cansado, es llevado a sus aposentos.

La tensión parece haber pasado… Cuando sirven un cochinillo asado en frente de Aemond. Y Lucerys no puede evitar sonreír recordando al «Terror Rosa». Aemond, que se ha pasado todo el episodio poniendo caritas de estar aguantándose, salta y propone un nuevo brindis, esta vez por los hijos de Rhaenyra, para que crezcan tan fuertes como un «quebrantahuesos». Y toda la tensión se dispara. Daemon se interpone y el cara a cara con Aemond es otro de esos presagios que nos deja este episodio.

El Terrorcito Rosa provocando terror.

Rhaenyra se despide de vuelta a Rocadragón, con la promesa de que volverá montada en su dragón. Promesa que cumplirá… Vaya si la cumplirá.

Interludio

Pasamos a un interludio con Mysaria, el gusano blanco, de vuelta, ya que desde el cuarto episodio no sabíamos de ella; han pasado al menos 16 años y está igual de hermosa. Tiene ojos dentro de palacio que le informan de todo lo que pasa. ¿Es esa que le informa la criada que se tiraba Aegon? Seguro que si no es la que ha pillado Alicent es otra que también se tira.

La noche es oscura y alberga horrores

Viserys está postrado en su lecho presa de fortísimos dolores. Alicent acude a su lado, le da leche de amapola, que calma dolores pero nubla la mente.

Viserys, en su agonía, confunde a Alicent con Rhaenyra y retoma una conversación anterior sobre el sueño de Aegon el Conquistador y la Canción de Hielo y Fuego. Alicent malinterpreta a Viserys y piensa que está hablando de su hijo Aegon y que, en cierta manera, le está diciendo que debe ser el rey. Viserys agoniza… Fundido a negro. Fin del episodio.

Conclusiones y opinión personal

El episodio me ha gustado. Mucho.

El salto temporal lo he visto como algo «natural», ya estamos acostumbrados en esta temporada a los saltos temporales. Me han gustado los nuevos actores para la nueva generación. He echado en falta al cuarto hijo de Alicent, que al menos podrían haberlo mencionado, de estar en Antigua.

Aegon me ha sorprendido por lo bien que hace de persona sumamente desagradable. Es de esos personajes que vamos a amar odiar. A Aemond se le ve muy contenido, pero se nota que es una caldera a punto de estallar. Y que no nos gustaría estar cerca cuando estalle. Los chicos Strong Velaryon me han gustado por la nobleza que desprenden. Baela y Rhaena son hermosas y Rhaena se ve muy inteligente… Como su madre y abuela.

Alicent en su encrucijada me ha parecido magnífica. Se ha reencontrado con su amiga Rhaenyra y se han ¿reconciliado? Para después caer en la confusión por las palabras delirantes de Viserys. Daemon, como siempre, está brillante, su mera presencia hace del bando de Rhaenyra un rival a tener muy en cuenta. Eso no lo habría logrado Laenor en la vida. Laenor tenía razón: Rhaenyra necesitaba un esposo a su lado. Y ese esposo no podía ser él, debía ser Daemon.

La dirección me ha parecido fabulosa, los planos elegidos, los movimientos de cámara, la dirección de actores, la importancia de las miradas, de lo que se dice y cuándo se dice, y lo que no se dice; la escenografía, la iluminación (se ve muy bien este episodio). Incluso el maquillaje de Viserys me ha parecido fabuloso. El físico y el digital.

No suelo tener buen oído musical y solo distingo los temas muy emblemáticos, pero me ha parecido que la música ha estado muy bien en este episodio. La música solemne del paseo de Viserys hasta el Trono me ha parecido formidable. Y los silencios que a veces son tan importantes como una buena banda sonora que acompaña.

Dejo para el final a Viserys, a la actuación de Paddy Considine, qué pedazo de actuación se ha marcado toda la temporada. Pero es que en este episodio se ha salido. Lo echaremos de menos.

Viserys Targaryen, Primero de su nombre, Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor y Protector de los Siete Reinos. No te olvidaremos.

Mi valoración: Un episodio de sobresaliente.